¡Dale con todo!... bueno..., tampoco todo todo...
Está más que claro que todo que he posteado como las tres consideraciones precedentes tiene que ver con aquella expresión célebre de Woody ALLEN:
“No conozco la clave del éxito, pero sé que la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo”
Así, entre el universo de consideraciones que
la administración de Recursos Humanos, la Psicología y Sociología juntas
podrían realizar, te prevengo sobre una de puro sentido común:
Préstale extrema atención a tus valores
personales, ese reducido núcleo de estándares no negociables que conforman tu
integridad (por decirlo de algún modo) y que en el momento de la ansiedad por
el primer empleo o por recuperar el perdido se suelen, …o se pueden…, perder de
vista.
Hummm, ¿Qué al menos no debieras perder de
vista?:
- Saber cuáles son nuestros valores o ideales;
- Actuar en coherencia con ellos;
- Tener cuidado con el impacto de nuestros actos en los demás;
Si tus valores no se corresponden con los de la
organización, por suficiente o insuficientes, no habrá modo que permanezcas mucho
tiempo en la organización empleadora por mucha que sea la necesidad de trabajo
que tengas. ¡Y no creo que esté con la intensión de sumar un nuevo fracaso si
ya vienes de alguno!
Por cierto, si ya estás empleado y hay
conflicto entre los valores de la institución (empresaria civil o estatal) que
te emplea y los tuyos personales: - Prioriza tus valores -. Por lo tanto, vuelve
a la Consideración
1 y comienza a buscar un nuevo empleo.
* La imagen es propiedad de
“El desarrollo es
inherente a las energías humanas más que a la riqueza económica”
Sólo si ADMINISTRAS
ambos ¡Lo lograrás!
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