"Ponete en el lugar del otro"
No te lo digo yo. Te lo enseñaron tus padres cuando te educaron y, para el caso equivale a:
Ponete en el lugar del potencial empleador.
Éste no está buscando lo que dejaste atrás - aquello que ya no haces -. Tampoco, le interesan tus debilidades.
El empleador lleva también adelante un proceso (cuando menos:
diseño, reclutamiento, selección, inducción), con el cual completar una
fortaleza que no tiene en sí mismo o, en quienes integran su actual grupo o,
cuando mejor equipo (al menos esto debiera ser parte de su acto consciente).
Así pensado, será sólo la pieza adecuada la que mejor
convenga a su rompecabezas orgánico. Aquella que para la función y desempeño
requerido demuestre ser más competente y contar con las mejores fortalezas
buscadas.
Será ese empleador quien se ocupe después de comprobar en
qué has empleado esas fortalezas que dices tener y, con qué resultados para,
dependiendo de ello, darte la oportunidad de que lo demuestres.
Interesarte concretamente por el perfil (diseño del puesto) de ese recurso que
busca integrar a su estructura de organización (organigrama) debe ser parte de tu proceso consciente de búsqueda
laboral.
“El desarrollo es
inherente a las energías humanas más que a la riqueza económica”
Sólo si ADMINISTRAS ambas ¡Lo logras!
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