Optimizar el desempeño de tu
recurso vital, te dará la ventaja diferencial sostenible no alcanzable con otro
factor de producción, tangible o intangible.
LA INICIATIVA COMO CUALIDAD INSUFICIENTE
Nos ocupó esta semana la
conclusión de una intervención para diagnosticar y revertir el clima de
insatisfacción reinante en la plantilla de personal de una empresa local.
Previo a una de las instancias de
capacitación, tras el abordaje diagnóstico y su particular diseño, el contratante,
titular de la empresa, me manifestó:
“Estoy particularmente sorprendido porque, de fulano de tal, obtuve esta semana una iniciativa que, de su parte, no era esperable ni con el mejor de los pronósticos".
Seguidamente refirió:
“...sólo, sin tratamiento previo
sobre el asunto, al notar la merma de ventas en la instalación xxx, propuso
desconectar los sistemas y retirar la mercadería perecedera para integrarla en cámaras
de la única instalación que actualmente vende”.
Obviamente, quedó más sorprendido
aún cuando mi respuesta al comentario fue: Ambos APLAZADOS.
EL HECHO RELEVANTE
Es evidente que la brevedad de
esta redacción impide precisar detalles cuando, además, no constituye lo relevante.
¿Qué es lo relevante?
Lo relevante, para estos casos, no siempre es el efecto aparente, y si suele serlo la oportunidad emergente que revelan.
Lo que visualizó este propietario
como iniciativa plausible, ponía en evidencia la carencia de un plan comercial
que enfocara al subordinado a ir por más, en lugar de replegar y,
consecuentemente, inmovilizar activos.
La aparente solución disfrazada
de un ahorro, dejó fuera del alcance de la mirada superflua, los mayores costos que la unidad
aún activa tendrá que absorber por el centro de producción inconscientemente sentenciado a obsolescencia pero que, sin embargo, continuará sumando costos fijos, mantenimiento de instalaciones,
rentas por superficie cubierta, los nuevos esfuerzos ocasionales de puesta en
servicio, costos de oportunidad, etc.
Sobre la oportunidad
Para con ambos recursos, el activo
productivo y el capital humano, tu función gerencial (o, tu función como propietario)
es, entre otras, hacerlos particularmente útiles y, combinadamente productivos.
Esto importa:
- Respecto del activo (Unidad de producción, inmueble, etc.), activarlo, hacerlo eficiente y, cuando posible, sobradamente rentable;
- Respecto de tu recurso humano, entrenar y utilizar sus habilidades y actitudes para identificar improductividades de los factores tangibles e intangibles de producción disponibles para, consecuentemente, también hacer del conjunto emprendimiento o, empresa, un todo armónico óptimamente productivo y, respuesta del mercado mediante, en el mejor de los casos rentable.
Definitivamente, tenés una muy
buena oportunidad de progreso optimizando el desempeño de tus activos tangibles
e intangibles dedicados al efecto de tu emprendimiento o empresa.
Sin embargo, nunca será mejor
oportunidad que, optimizar las habilidades y actitudes requeridas para el
óptimo desempeño de tu capital humano.
¡No te conformés con sólo la iniciativa. Exploralos y aprovechalos en toda su dimensión!
(sirva de minúsculo ejemplo el siguiente video)
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Es un producto Asesor empresarial de Gallart & Co.
“El DESARROLLO es inherente a las energías humanas más que a la riqueza económica”
Sólo si ADMINISTRAS ambos ¡Lo lograrás!