sábado, 31 de agosto de 2019

Tres aptitudes gerenciales, para una PyME estructuralmente competente.


Cada una de esas estrellas es un sol, a menudo mucho más brillante y magnífico que la pequeña y cercana a la que denominamos el Sol.
Arthur Clarke.

(¿estará en uno encontrar las que mejor le convenga?, y hacer de ella su beneficio).


RESEÑA.

Después del "Síndrome de NO hacerte cargo" con que comencé las publicaciones de agosto, y el CONCEPTO que de él derivé para ampliar sobre uno de sus efectos más comunes, creo conveniente cerrar las publicaciones de este mes con sólo tres aptitudes que te convienen para poner a tu PyME a la vanguardia.

LOS MEJORES.

PRIMERA APTITUD: 

Hacete de la capacidad de identificar y contratar a los más capaces (para la tarea específica).
Si hay una aptitud por la que tu PyME te lo agradecerá con más y mejores rendimientos, especialmente cuando de administración se trata, es aquella a través de la cual manifestás tu competencia para nutrirte del capital cognitivo de aquellos que contratás, valiéndote de ello para multiplicar el tuyo en dos dimensiones claves: La información y los resultados.

Para Warren Edward BUFFETT, este aspecto se circunscribe a:

"Contratá a los mejores y dejalos hacer lo que saben. Sino, contratá a los más baratos y que hagan lo que vos decís".

Y no le va nada mal con ello, tratándose de un capitán de industria (financiera). 

Para grados menores de empresarialidad, la primera afirmación es consistente con esa aptitud para valerte de bien valuadas competencias congnitivas de otros.

Sin embargo, la segunda afirmación, a menos que logres bajo argumento y empatía consensuar un objetivo convenientemente conformado, condenará a tu PyME con el corsé de tus humanas limitaciones (tal lo referido en la publicación anterior).

LOS QUE TRABAJAN PARA VOS.

SEGUNDA APTITUD:

Hacete suficientemente apto para comunicar inspirando.
Sabido es que podés contratar a los mejores y no lograr con ellos un desempeño satisfactorio.

Basta con observar las estrellas que componen un seleccionado argentino de fútbol, y sus paupérrimos desempeños demostrados en torneos diversos desde un tiempo a esta parte, para dar ejemplo de ello.

La identificación de tus contratados con el "cómo lo haces", sólo los conducirá a repetir una y otra vez más de los mismo. Obtendrás, cuando más, sólo compromiso de su parte.

Pero, una aptitud para la transferencia a tus contratados de tu ideal o propósito, al punto de una comprensión de que éste no sólo es compatible con sus propios ideales y expectativas, sino que además los eleva por sobre estos, reunirá a tu lado seres conducidos por ideales, ocupados en actividades concretas e, involucrados con el progreso del conjunto.

Simon SINEK, supo explicarlo así:

"Si contratás personas sólo porque pueden hacer un trabajo, trabajan por tu dinero. Pero si contratás personas que creen en lo que crees, trabajarán para vos con sangre, sudor y lágrimas".

LOS QUE SIRVEN.

TERCERA APTITUD:

Hacete capaz de enfocar a tus contratados en los resultados objetivos que de ellos se esperan.
Finalmente, y quizás sea de las aptitudes menos frecuentes que me permito observar, la expectativa sobre el gerente contratado tiende a enfocarse en que debe dejar satisfecho a quien contrata (para peor en lo inmediato).

Te harás de una gran y rendidora cualidad, si a los miembros con los que dotás a tu estructura, estratégica, táctica u operativa, los seleccionas por su capacidad y competencias para satisfacer al resultado pretendido, en lugar de a tus propias y particulares expectativas.

Al fin y al cabo, para diluir tus debilidades es que los has contratado, o sea por esas competencias que carecés y que los hace diferentes a vos, al mismo tiempo que semejantes útiles de los cuales valerte.

Algo así supo ver Soichiro HONDA, y no le fue tan mal con su filosofía:

"Si contratás sólo personas que entendés, tu empresa nunca tendrá personas mejores que vos. 
Recordá siempre que a menudo encontrás personas brillantes entre las que no te gusta demasiado".

TERMINEMOS CON ESTO.


Tendrás tu apreciación crítica sobre esta selección de aptitudes que desde el estudio de la empresarialidad he destacado en esta publicación.

Y bien válida la considero, fundado en que tus razones tendrás; particularmente si a tus conclusiones llegás tras una concienzuda reflexión.

Pero si notás que la reflexión queda solapada por un irrefrenable impulso a relativizar los experiencias aportadas por propias vivencias frustradas, quizás debas tomar distancia de las aptitudes aquí sugeridas y volver a la lectura del CASO con el que iniciamos las publicaciones de agosto.

¡Éxito en tus progresos!



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