"No hay
obra que termine dentro del plazo o presupuesto fijado".
Ley de Keops.
ANTECEDENTES.
Tiempo atrás, Gerardo, cliente propietario de una empresa industrial PyME, se molestó bastante cuando la reunión desembocó en mi sugerencia de que revisara sus presupuestos.
Gerardo, con muchos años en su haber, y una
sólida trayectoria empresaria conseguida, se atribuyó nunca haberlos utilizado,
aunque confesó haber hecho algunos intentos qué, por cierto, en todos los casos
según expuso muy plantado en su posición: "Nunca
se cumplieron".
El proyecto que por entonces trabajábamos con Gerardo,
que en si mismo ya implicaba un “presupuesto” en ejecución, concluyo en tiempo
y forma, pero aquella discrepancia jamás se concilio, para Gerardo y,
en lo particular, dejé que el tiempo hiciera su trabajo.
Algunos pocos años más tarde, un duro revés en una variable
macro-contextual, sacó de mercado a la empresa de Gerardo,
al mismo Gerardo, y a todo lo que se llevó puesto en su
camino sin tiempo siquiera para reaccionar.
Con todo, fueron más de cinco años los necesarios para que, reunidos por
otras circunstancias Gerardo confesara: "Si yo pudiera
haber previsto lo que sucedería, hoy la cosa sería otra"..., a pesar
incluso de que actualmente no tiene un mal pasar y que lo ocurrido no sólo es
atribuible a la carencia presupuestal.
Confieso que en mi experiencia de asistencia a PyMEs, a la expresión "Nunca se cumplieron" de Gerardo, sólo le
otorgo carácter de excepción, y más aún cuando el empresario se pretende montar
en la vorágine contextual.
Por regla general, la manifestación predominante en el sector es
"en nuestro país no se puede
presupuestar nada" para, acto seguido, incurrir en el absurdo de
presupuestar (presuponer) que todo irá mal y generar corridas bancarias,
desabastecimientos, 'desensilladas hasta que aclare', etc. convergiendo con
frecuencia en profecías auto-cumplidas.
APRENDIZAJES.
Es evidente que dejar que la vida te sorprenda arbitra tantas posibilidades
de que lo haga favorablemente como desfavorablemente.
Si le ayudamos un poco,
con algunas lecturas y estimaciones es posible que inclinemos la balanza para
bien.
A pesar de la inconsistencia entre los hechos y el presupuesto que Robert HEINLEIN dejó plasmada como la ley de Keops, la humanidad nunca dejó de presupuestar sino, por el contrario generalizó
su uso en cualquiera de sus expresiones, en especial, y con mayor dedicación cuando
las crisis más azotan; y si habrá sabido de éstas Sun TZU que para presuponer
no escatimaba detalles:
"Ahora, si las estimaciones efectuadas en el templo antes de las hostilidades indican victoria, es porque los cálculos muestran que la fortaleza propia es superior a la del enemigo; si indican derrota, es porque los cálculos muestran que es inferior.
Con muchos cálculos, se puede ganar; con pocos no. ¡Cuántas menos posibilidades de victoria tiene quien no hace ninguno!
De esta manera examino la situación, y el resultado aparecerá claramente".
A simple vista reconocer ingredientes claves para el éxito no impresiona
cosa fácil. Sin embargo, la caracterización propia respecto de la
caracterización contextual parece no ser un elemento para subestimar.
Si un pensamiento destacara a un gerente para con la presupuestación no ha
de ser precisamente el tecnicismo de cómo hacerlo. Tampoco le corresponde pensar en prescindir de
presupuestar o, apoyarse sólo en un presupuesto solidariamente ajustado al
ciclo económico.
Entran aquí elementos en juego como las mediciones, valoración,
cálculo, comparación e, incluso, el mismo logro pretendido con un particular
modo de sopesarlo que te lo dejo explicado en el video.
Finalmente,
es obvio que el momento de hacer un cambio fundamental no es cuando la realidad
te aplastó, sino mucho antes, precisamente en el momento que el gerente ha de
diseñar el futuro a construir en el marco de las variables no controlables pero
siempre cambiantes que ofrece el macro y micro contexto.
Las subsiguientes semanas de junio, las entregas trataran un CONCEPTO
predominante derivado de este caso, un aspecto de ACTUALIDAD con el que te
referencies y, finalmente, un par de valiosas APTITUDES que podrás según tu
juicio incorporar a tu capital gerencial.
(Los nombres son ficticios, en cumplimiento del Acuerdo de Confidencialidad que se establece con cada cliente).
Tus preguntas o dudas, dejalas en nuestro correo electrónico.
¡Un afectuoso saludo y hasta la próxima!
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