Parece de manual, pero es muy frecuente en las PyMEs. Este comunicado empresario enseña más tras su impresión inmediata. Leé atento y capitalizá.
Esta imagen tenía asociado el siguiente texto:
AVISO DE CIERRE
¡ATENCIÓN A TODOS LOS QUE NOS CONOCEN!
… quiere contarles la situación por la que nos toca pasar. A
partir del mes de marzo (2017) el salón cerrará sus puertas. Primero que nada,
queremos agradecer a todas las personas (familiares, clientes, amigos, vecinos,
etc.) que nos ayudaron a crecer y que nos eligieron para disfrutar un día
diferente. Sin ellos esto no hubiese sido posible. Gracias por su apoyo, por
cada palabra de aliento, y por cada sugerencia.
El cierre es debido a que un grupo de personas no nos
permiten trabajar, y que están en contra del trabajo evidentemente. A través de
denuncias policiales, mentiras, amenazas telefónicas, discusiones y faltas de
respeto lograron que jóvenes emprendedores (en la jerga “con ganas de laburar”)
quedaran sin trabajo. Cumplimos cada uno de los requisitos, hablamos
respetuosamente con cada uno de los vecinos para así ponernos de acuerdo en que
nada les molestase, realizamos eventos únicamente en horario de comercio, y aun
así no lo logramos. Pero bueno, debemos adaptarnos al país en el cual vivimos.
Donde el que trabaja se lleva la peor parte siempre.
Lo único que nos resta decir es GRACIAS Y HASTA LUEGO.
Seguiremos en contacto y les avisaremos si logramos
trasladarnos a otro lugar.Nobleza obliga.
No atendí este caso. No sé de su destino final (aunque abrigo la esperanza de que hayan retomado la actividad). Lo posteó un amigo en las redes, seguramente incosciente de la riqueza intrínseca que importa el caso como ejemplo.
Sólo recorté la circunstancia coyuntural, para utilizar el caso, considerando que refleja en sí mismo otros tantos sí atendidos
y diariamente observados, cargados de vicios ocultos (involuntarios en el 99 %
de los casos e, ignorados en el 100% de ellos).
Te pongo en situación.
No hay información sobre la salud de esta empresa. Entonces, resta suponer que interpretar la obligación de cierre como seudo compulsiva importa trauma porque se trata de una empresa saludable y, por tanto, susceptible
de merecer un mejor destino que el cese de sus prestaciones.
Así pensado, desmembraré en frases el comunicado para referir a aquello que hace de éste caso un ejemplo y aprendizaje, evidenciando las oportunidades de mejora en unos pocos aspectos relevantes de común interés. A saber:
#1- “Un grupo de personas que no nos permiten trabajar”.
Primero:
Se
trata de un factor contextual, una variable externa, por tanto no controlable y que configura una amenaza.
Las amenazas no son controlables, pero sí administrables con medidas de Respuesta o de Protección, según sea
que la empresa se encuentre en situación de fortaleza o de debilidad,
respectivamente.
Segundo:
Sin importar
la empresa que tengas, ésta existe para servir a la sociedad en el marco de una
comunidad conformada, indudablemente, por numerosos grupos sobre los cuales el
accionar de la empresa origina impresiones; de las cuales el gerente (por caso
el emprendedor o empresario) es responsable, sea o no sea consciente tanto de
lo que genera como de su responsabilidad.
La responsabilidad, es precisamente la esencia del
gerente, a diferencia de lo comúnmente creído donde se le atribuye mayor
importancia al rango, a la antigüedad, a la propiedad o a la riqueza. Sólo así
sabrá la naturaleza de la amenaza que enfrenta y consecuentemente, el grado y
alcance de la medida de Respuesta o Protección que debe aplicar.
Asumir una responsabilidad semejante, importa una
dimensión social que no excluye a grupo alguno sino, por el contrario, obliga
al propietario-gerente a su deber de meditar acerca de los valores, las
creencias y los compromisos de la sociedad que lo circunda y a la cual sirve.
Lo primero, como lo segundo, tiene entonces por
protagonista al gerente; o al propietario-gerente si se trata de una micro,
pequeña y, hasta incluso alguna mediana empresa. Una gran mayoría de ellos, como puede
ser el caso del ejemplo, habiendo asumido tal responsabilidad por la
circunstancia y no por sus competencias. Motivo suficiente para la zozobra ante
circunstancias aún administrables.
#2- “Con ganas de laburar”.
Ya no alcanza con tener ganas de trabajar. Siendo
honesto, nunca fue argumento suficiente para constituir, y mucho menos mantener, la condición de empresarialidad.
Hasta puede ser peligrosa esta acotación,
principalmente porque limita la magnitud del potencial del propietario-gerente si
llega al extremo de creer que sea ésta la razón de existir de la empresa.
Más aún, si acaso por ventura resulta cierto que
finalmente nos proyectemos como un país con propensión a la productividad, cada
vez el argumento “ganas de laburar”
bastará menos.
La condición de empresarialidad, fundada en varios elementos
concurrentes a un mismo efecto, más tiene que ver con inteligencia que “con ganas de laburar”.
Esto es bueno recordarlo y destaca una singular oportunidad de
mejora.
#3- “Cumplimos cada
uno de los requisitos”.
Esto significa sólo el cumplimiento de una condición necesaria, pero
no suficiente.
La empresarialidad requiere de ambas, y el propietario-gerente es responsable de conseguir ese mínimo condicional si quiere evitar rendirse
ante circunstancias desfavorables.
Así, cumplir con lo "necesario", ha de completarlo con hacer lo "suficiente".
#4- “Adaptarnos al país en el cual vivimos”.
“Adaptación o fracaso”, rezaba
un viejo adagio que le supe escuchar al recordado artista marcial Bruce LEE.
Tal adagio, no siempre aplica en empresarialidad, por cuanto es comúnmente visible, aunque no siempre aceptable,
que aplique en emprendimientos y empresas estáticas, pero inadmisible para empresas dinámicas (Interesados, ver explicación simplificada AQUÍ).
Las empresas dinámicas (notable minoría en nuestro
ecosistema empresarial), Administración de por medio, influyen y hasta
transforman su entorno circundante, no en su propio beneficio, sino en función
de la evolución del ecosistema socio-empresarial como un todo armónico, equilibrado
y recíproco. Es así como garantizan su subsistencia.
Y algo más sobre este particular: “el país en el cual vivimos” no se construye
con renuncias y cierres, sino con hechos trascendentes y decisiones éticas que,
al decir de SAVATER, es “el arte de saber vivir bien”, inescindible de la
actitud de propiciar una buena vida a tu prójimo, e incluso próximo, si se trata
de tus vecinos.
#5- “Gracias y hasta luego”.
Noble, sano y recomendable gesto. Pero la sociedad, el ecosistema
empresarial, el país y, la propia familia del empresario, espera más.
Si “lo único que
resta por decir es gracias y hasta luego”, frente a la evidencia potencial de corrección con sólo una
decisión gerencial (y su consecuente ejecución), es posible que no estemos en presencia de un caso
emprendedor o, incluso, de una empresa.
Es simple. Quien emprende empresarialidad lo hace por
convicción. Y esa convicción tiene un piso del cual parte y sobre el que construye
cada día, con cada acontecimiento, su voluntad y actitud empresarial.
Ese piso, en pocas palabras, dice así:
(Imágen de pinterest.com)
Entonces, en este caso como en tantos otros, si no ganás solo se
trata de un aprendizaje más.
La moraleja, tras la decisión gerencial y un par de aprendizajes.
La decisión gerencial.
Tal como lo expresé al principio, si “se trata de una empresa saludable y, por
tanto, susceptible de merecer un mejor destino que el cierre”, en el peor
de los casos se está frente a sólo una decisión gerencial conocida con el nombre de “Reubicación
de planta”. Siempre es una oportunidad.
Esta decisión, le es propia a la gerencia de
producción (de bienes o servicios) o, al mismo propietario-gerente (si es el
caso).
Por tanto, está circunscripta a sólo un ámbito estratégico en marco de las cinco estrategias de mínima que movilizan a cualquier empresa, sin importar su tamaño, sector o propiedad.
Por tratarse de un sistema, es obvio que una vez definida la estrategia y tomada la decisión será necesario ajustar los otros cuatro subsistemas (lógico equilibrio). Tan obvio como que habrá luego que medir la evolución.
Por tanto, está circunscripta a sólo un ámbito estratégico en marco de las cinco estrategias de mínima que movilizan a cualquier empresa, sin importar su tamaño, sector o propiedad.
Por tratarse de un sistema, es obvio que una vez definida la estrategia y tomada la decisión será necesario ajustar los otros cuatro subsistemas (lógico equilibrio). Tan obvio como que habrá luego que medir la evolución.
Un par de aprendizajes.
Una vez más, poseer la propiedad o tener competencias
suficientes para producir el bien o servicio ofertado no importa consigo
competencias para administrar.
Peor aún si confundís a la Administración con “EL PAPELEO”. Visto está que “cumplir con los
requisitos” (o todo el papeleo) no es suficiente; como determinante es que el papeleo es sólo una consecuencia rutinaria de la buena o mala administración.
Obrar como gerente (profesional o no), implica ejercer
la Administración, esa función tan abstracta como medular que importa en sí misma
una disciplina como una tarea que requiere de planeamiento y ejecución.
El segundo aprendizaje clave que aporta el comunicado, es la clara capacidad de volcar en un escrito lo que la/el propietario-gerente percibió de la circunstancia empresaria.
La empresa siempre se manifiesta a gritos, ¡PERO NO HABLA! Su interlocutor es el empresario que, sólo si lo vuelca en un escrito, tangibiliza lo que de otro modo tiene más de subjetivo que de objetivo.
El escrito no le quita subjetividad, pero abre la posibilidad de someterlo a un juicio consistente y objetivo ante el consultor que asiste al propietario-gerente o, ante el mismo equipo con quien se comparte el desafío empresario.
Y eso siempre da una oportunidad más, o varias; antes de salir a manifestarse rendido y sin opciones ante los públicos de la empresa.
Es notablemente más eficaz el resultado de una consulta que se presenta o se anticipa con un escrito de la problemática que el empresario percibe.
El segundo aprendizaje clave que aporta el comunicado, es la clara capacidad de volcar en un escrito lo que la/el propietario-gerente percibió de la circunstancia empresaria.
La empresa siempre se manifiesta a gritos, ¡PERO NO HABLA! Su interlocutor es el empresario que, sólo si lo vuelca en un escrito, tangibiliza lo que de otro modo tiene más de subjetivo que de objetivo.
El escrito no le quita subjetividad, pero abre la posibilidad de someterlo a un juicio consistente y objetivo ante el consultor que asiste al propietario-gerente o, ante el mismo equipo con quien se comparte el desafío empresario.
Y eso siempre da una oportunidad más, o varias; antes de salir a manifestarse rendido y sin opciones ante los públicos de la empresa.
Es notablemente más eficaz el resultado de una consulta que se presenta o se anticipa con un escrito de la problemática que el empresario percibe.
La moraleja.
Así expuesto,
“La supervivencia empresarial parece más emparentada con las aptitudes gerenciales que con las actitudes de los vecinos”.
Contratá GRAMiP, y fortalecé el Desarrollo de tu Gerencia de Mi-PyME.
“El DESARROLLO es inherente a las energías humanas más que a la riqueza económica”
Sólo si ADMINISTRAS ambos ¡Lo lograrás!
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