miércoles, 15 de agosto de 2018

Metalúrgica TASSAROLI SA. ícono sanrafaelino de empresa en perspectiva.

Pasado, presente y futuro convergentes en un momento institucional histórico, digno de capitalizar por paradigmatico y sucesoriamente consistente.


CLIMA INSTITUCIONAL

Con una consistente exposición, Álvaro y Antonella TASSAROLI, presentaron ante la concurrida reunión rotaria del pasado miércoles 08 de agosto la trayectoria y actualidad de la empresa Metalúrgica TASSAROLI SA.; creada por el octogenario socio rotario Carlos José TASSAROLI.
Es que tanto Antonella como Álvaro integran actualmente la empresa, constituyéndose, precedidos por su padre, el Ing. Carlos Alberto TASSAROLI, en la tercera generación que desde el nacimiento de la firma conduce los designios de ésta.
Alternando entre anécdotas y logros, proyectados siempre consistentemente sobre la línea de tiempo, no perdieron ocasión de destacar, y homenajear con respeto y agradecimiento, los valores y cualidades de su predecesor Carlos José quien inclaudicablemente oficia desde el inicio, además de creador, como esposo, padre, abuelo, maestro y continua referencia profesional y humana para toda la familia y, las ya más de 250 personas que integran toda la plantilla de recursos humanos de esta emblemática empresa sanrafaelina.
No escasearon las anécdotas de color, las referencias hacia las coyunturas difíciles que en tan larga historia Carlos José debió sortear, los desafíos auto provocados al izar la bandera de “SI SE PUEDE”, pero lo que sin dudas quedó claro, fue el respeto por el legado que este precursor ha dejado a su familia y la comunidad toda.
Ocurrió, que la tan larga trayectoria que hoy se permitió la familia exponer a la comunidad rotaria, Carlos José TASSAROLI la mecanizó sobre sólidos valores personales, como la integridad, el ejemplo, el conocimiento, la cooperación, la disciplina, la responsabilidad, y una inquebrantable determinación con la que intensificó cada decisión, hasta el punto de materializar cada desafíos en un logro concreto y satisfactorio para sus clientes y comunidad a la que sirvió (proveedores, empleados, colegas, vecinos, etc.).
Hombre de convicciones, el octogenario Carlos José TASSAROLI concurre cada día a la planta que la empresa tiene en Cuadro Nacional donde, respetado por todos, a su paso y haciendo uso eficaz del poder que legitimó con años de logros, eleva la moral y el espíritu entre sus colaboradores. Algo que sin dudas sus nietos admiran y se proponen emular.

PRIMERA EVOLUCIÓN GENERACIONAL - La consolidación comprobada.


Al pasar en limpio, la evidencia del aporte de la primera generación – la de Carlos José – es notable por cuanto refiere al propósito socio-económico de la empresa creada; pero sólo se hace sustentable en un contexto mayoritariamente adverso, cuando consigue encarnar en sus sucesores, seguramente con el ejemplo, un precepto motivacional capaz de hacer la diferencia: “Si dicen que no se puede, SE PUEDE”.
Así, para cuando la exposición de los jóvenes TASSAROLI, inevitablemente alcanzó a la segunda generación, se ocuparon de particularizarla como signada por el arrojo y el atrevimiento de su padre, Carlos Alberto TASSAROLI, de quien además destacan el significativo aporte de la ingeniería a lo que de la mano de Carlos José había sido, hasta entonces, voluntad creativa e innovadora.
Fue así, con esta segunda generación a la cabeza, que sobrevino la expansión de horizontes, que bien valga acotar, fueron de todo tipo, puesto que no sólo se perforó la frontera del conocimiento con el trépano de la profesión ingenieril, sino que a ello le siguió la de la estructura organizacional, la del crecimiento y adecuación del capital físico, la del capital económico, la de los mercados locales, provinciales, nacionales y, hasta incluso, regionales y continentales (en su curso hacia la internacionalización).
Esta segunda generación, supo hacer lo que debía, pero con el diferencial superlativo de que no renegó de su esencia empresarial, contextual, ni genética, sino que, por el contrario, y seguramente basada en la integridad que le fue legada, supo honrar los talentos y valores heredados, dándoles eficaz aplicación con el efecto multiplicador y sustentable que hoy, con el diario del día después, es sobradamente apreciable.

SEGUNDA EVOLUCIÓN GENERACIONAL - La de los primeros pasos, con una pesada mochila genéticamente adaptada.


Brillos y sombras convergen en la construcción de un traspaso generacional – sucesión – que comienza mucho antes desde que el momento llegue, y que sin dudas se construye sobre la base de valores y consecuentes decisiones.
El acierto mostrado, y debidamente comprobado en el traspaso de la primera a la segunda generación, para Metalúrgica TASSAROLI SA., es más que un buen presagio para materializar el traspaso de la segunda a la tercera generación. Aún así, no es un aserto, ni se le asemeja, y da toda la impresión que los jóvenes TASSAROLI son conscientes de ello, y se preparan en consecuencia.
En tal sentido, Álvaro, en uso de la palabra, hizo saber a los presentes que con sus hermanos tienen por sabido lo que significa llevar el peso de la historia de esfuerzos y logros de sus predecesores, quizás del mismo modo que aceptan con orgullo el desafío, no por consecuente sino por elección y decisión de honrarlo, poniendo de sí lo que el empeño requiere.
Destacó, que ser parte de esta historia empresarial y familiar, lo ha llevado a ocupar espacios en mesas sectoriales relevantes en diversos países en los que, en más de una ocasión observó que, así como los valores de la firma lo preceden, también lo hacen los productos que en recurrentes casos han sido precursores en la industria de países más desarrollado que el nuestro y, al emularlos, no tardaron en superarlos.
Sin embargo, el peso absoluto con que impresiona el volumen de la mochila transgeneracional que sus predecesores disciplinadamente se ocuparon en conformar, se relativiza frente a las convicciones heredadas por estos jóvenes, que importan consigo tanto los ideales como las experiencias compartidas y sistemáticamente aprendidas.
Ellos saben que la innovación será un pilar a fortalecer, del mismo modo que interpretan que algo más habrá que hacer con la profesionalización de la estructura orgánica y, hasta incluso con la inevitable diversificación corporativa para con la cual incluso ya se permiten inversiones en el sector de energía alternativas.
 Fragmento del discurso del Ing. Carlos Alberto TASSAROLI en Rotary Club San Rafael. Parte I
(Click sobre la imagen, para ver el video con fragmentos de la exposición
del Ing. Carlos Alberto TASSAROLI - 1ª parte).

"Hechos, no palabras"


Es sabido, por regla general, que para la contundencia de los hechos, las palabras son adornos innecesarios.
Pero, si éstas son de sus protagonistas, y cargan con el significado de los resultados de sus actos y decisiones, para compartir con ellas las consecuencias con sus electorados básicos (empleados, proveedores, etc.) e, incluso, con la comunidad misma a la que sirve, no sólo merecen esas palabras la oportunidad de la expresión sino que, además, tienen mérito suficiente para contar con la más dedicada y humilde atención.
Para la ocasión, las palabras emanaron por cuenta de Carlos Alberto TASSAROLI, y fueron precisamente para eso, ante un auditorio que, como la circunstancia ameritaba, escuchó con especial atención y, en sobrados casos, con suficiente admiración, tal como lo demuestran los videos que han sido compartidos con este artículo.
Aún así, a pesar de la evidencia fílmica compartida, no es menos dable rescatar algunos de sus pasajes más significativos, como los utilizados para referir a su empresa para la que con palabras semejantes expresó:

“Nuestra empresa es de perseverar en lo que no se puede hacer.Eso, para mi familia, como para mí, desafía. Es un fuego que moviliza”.

Si bien así Carlos Alberto, hoy a cargo del liderazgo de la metalúrgica manifiesta su concepción sobre los deberes y las obligaciones asumidas por la confianza y el poder que oportunamente le fueran otorgado por Carlos José, no se detuvo en ello sino que, por el contrario, agregó:
“Nuestra empresa, también, es paradigmática (vocablo aportado por quien suscribe). Ella existe en un lugar en el que no existen las materias primas que utilizamos; en el que no hay mano de obra (ni operarios, ni técnicos), calificados para lo que el desempeño exige, y esto es precisamente así, porque no hay cultura industrial en San Rafael; como tampoco hay aquí clientes para nuestros productos”.
 Fragmento del discurso del Ing. Carlos Alberto TASSAROLI en Rotary Club San Rafael.
(Click sobre la imagen, para ver el video con fragmentos de la exposición
del Ing. Carlos Alberto TASSAROLI - 2ª parte).

Y prosigue:

“Pero ello no nos amedrenta; la apuesta se renueva, y está enfocada en seguir insistiendo, para ver detrás de la dificultades, las oportunidades emergentes sólo para quienes no aceptan resignados un ‘no se puede’”.“Dignificamos a la gente a la que damos trabajo”

espetó, permitiéndose un espacio entonces para el reconocimiento sincero a este club rotario que lo vio crecer y que, según su manifiesto, en mucho contribuyó a fortalecer su perfil en aspectos como la oratoria y las interacciones.
Para esos agradecimientos con el club fue imposible evitar personalizaciones como la que recayó en el Arq. Aldo OLIVA, a quién además calificó de 

“Amigo; una persona con mirada de águila, capaz de observar desde arriba, desde otra perspectiva”.

Porque también son ellos, refiriendo a “los que creen en uno”, los que hacen posible historias como éstas.
Off de record, Carlos Alberto hizo dos referencias que por singulares no son menos importantes. Mucho menos, al entender de quien suscribe, podrían quedar imperceptibles. Habló de su madre y de su mujer (Rosalía), y para referirse a ellas lo hizo apelando a la sencillez propia de hombres con noble grandeza, puesto que refirió a ambas destacando que sin ellas, y sus respectivas contribuciones a su tiempo para con la integración de sus familias, nada de este correlato de sucesiones hubiera sido posible.

“La empresa nos demanda tiempos dedicados. Así sobrevienen las ausencias e incluso las presencias ausentes. Sin esposas y madres, apoyando la causa, conscientes de su dimensión, nada de lo que aquí contáramos hubiera sido posible. Nunca escuche en el hogar de mis padres de boca de mi madre, o en mi hogar de boca de mi esposa, un reproche o descalificación para con la empresa que pudiera afectar la interpretación mía en su momento, o de mis hijos en su época, sobre la empresa que ocupa a la familia”.

Finalmente, con el reconocimiento alcanzó a su progenitor – Carlos José – para quien realzó por su capacidad increíble de apoyo constante, al cual no reconoce como consecuente de una consciente voluntad sino, más bien, lo interpreta fundado en la confianza, misma que no dudó en asumir públicamente como un desafío personal que se debe para con sus hijos, calificando a tal logro en Carlos José, como una de sus más destacables virtudes y legados.

¿¿...Y EL HOMENAJEADO...??


El homenajeado – Carlos José TASSAROLI – nos brindó, apenas con el uso de breves palabras, el más impensado de los momentos a quienes tuvimos el beneplácito de estar allí presente y observarlo, tan impasible como dichoso, boyando sobre las difícilmente calmadas aguas de una confluencia tan particular como la del orgullo y la satisfacción.
Y no es para menos, el orgullo, pariente cercano de la vanidad, puede sucumbir al ego de personas pobremente dotadas pero, rehúye a la fortaleza de los hacedores quienes, además, se pueden permitir estos lujos de exponerlo junto a su satisfacción y, disfrutarlo.
Se ocupó entonces de agradecer, mencionar a su esposa, deleitarnos con un par de anécdotas jocosas y llamarles la atención a sus nietos para que no olvidaran mencionar a su hermano (tercer hijo de Carlos Alberto), en este momento profesionalizándose en Italia.
El Rotary Club San Rafael, le hizo entonces entrega de una distinción de honor que le llegara, en representación de todos los socios, por manos del actual presidente Carlos BLANCHE y un comité de homenaje integrado por Aldo OLIVAHoracio Domingo ROLANDEmilio TAPIA y Héctor GUTIÉRREZ FORSAT, acompañados ellos por Álvaro, Antonella y Carlos Alberto TASSAROLI y, Omar Mario SPINELLO.

UNA HISTORIA, UNA REALIDAD, UN DESAFÍO CONCLUYENTE


Me tomo la licencia de extender esta ya dilatada narración por lo relevante del hecho, pero más por la dimensión misma de su intrínseco significado, independientemente de la óptica desde la cual se lo observe.
Esta familia, sanrafaelina, honra con su desempeño a nuestro departamento, la provincia y la nación toda. Y esto es así, por el sólo hecho de persistir en un contexto en el que tantos, a la primera dificultad, abandonan o se excusan para sucumbir al estancamiento tras la pantalla del “aquí no se puede”, “no te dejan”, “el Estado tiene la culpa” o, entre otros, el auto engaño del “cuando cambie el gobierno yo…”
También lo es, porque a las adversidades que la hacen paradigmática no se le puede restar que el país con sus carencias, no tiene posibilidad de brindarle el mercado de escala que sostenga la magnitud industrial que la empresa alcanzó o al menos pugna por alcanzar por lo que entonces su internacionalización no es una elección, sino una obligación a la que también bien han sabido honrar.
Además, una atenta observación de la sucesión de locuciones con que esta noche se manifestaron, y partes concretas de cada discurso, revelan desafíos pendientes de resolver, tal como impresiona la caracterización de un liderazgo que favorezca la sucesión generacional referenciada sobre los planos de materia y tiempo; la magnitud que importa consigo una pretendida institucionalización y, hasta incluso; la elección anticipada que exigirá compatibilizar las voluntades y perfiles de los tres naturales sucesores, habida cuenta que no alcanzará con la unidad de dirección si no se formaliza y consolida la unidad de mando.
Pero, sin embargo, nada de eso parece tener tanta relevancia como la tarea que recae sobre Carlos Alberto para anticipar ¿Cuál será el máximo desafío para los próximos años?, para armarse con ello del patrón con el cual contrastar los desempeños y rendimientos comprobados de quienes hoy transitan los primeros pasos de la tercera generación.
La juventud de este líder le juega a favor; más la consistencia de la formación dada a sus herederos también coadyuva para con tal fin y, la experiencia ya encarnada puede impresionar suficiente, pero la respuesta no está en el pasado. Tampoco en el presente.
Aún así, es obvio que todo ello constituye sólo conjeturas que no se corresponden para con terceros ajenos a la empresa. Pero encuentran su razón de ser mencionadas cuando se contextualiza su exposición en ámbitos con responsabilidad social como lo es Rotary o, en comunidades que supieron ser cuna de pioneros con desarrollos fabriles pujantes, mismos que hoy cuando quedan, y sólidos, apenas pueden ser contados con los dedos de una mano como los sobrevivientes de aquel ecosistema empresarial que a otrora fuera.
“Que la patria no ha sido generosa; que la corrupción; que los desfavorables contextos internacionales; que los vaivenes del dólar; que la 1050, que el corralito…, que para un argentino no hay nada peor que otro argentino; que...”, todas suenan a excusas ante la contundencia de las evidencias de un “SE PUEDE”, sólo si se sabe lo que “SE QUIERE”, para consigo mismo, para con sus propias familias e, incluso, para con la comunidad a la que se sirve.
Así, ante los hechos y evidencias, las excusas antes citadas impresionan indignantes. Pero cuidado, que en contextos tan responsablemente sociales como Rotary, los guantes no recogidos pueden resultar tanto más poco dignos como desestimulantes. Lease:

La "carencia de mano de obra especializada", en una comunidad con más de 100 carreras entre terciarias y universitarias, debe estar significando algo que no puede pasar desapercibido; y seguramente ha de requerir un esfuerzo conducente más que a lograr los consensos a demostrar resultados. No sólo por los protagonistas de esta historia, quizás por tantos otros anónimos coexistentes en las mismas desfavorables circunstancias.

Un "no hay una cultura industrial", en un San Rafael que hoy exhibe el paradigma de los TASSAROLI, construido desde cero y sostenido a pesar de...; también debe estar significando algo para instituciones conformadas con linaje empresarial local y las virtudes del linaje empresarial global. Especialmente si se contextualiza el hecho en un departamento con emplazamiento de parque industrial.

¿SE PODRÁ?


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