Breve relato ilustrativo de la cascada de efectos con que se
materializa la decadencia anunciada detrás de cada nuevo prometedor ‘negocio improvisado’.
En pocas líneas, con los posteos identificados con las imágenes de integradas en esta placa, que compartí en las redes sociales, te expliqué por qué la
proliferación de 'ferreterías' 'canchas de paddle', 'cotillones', 'almacenes de todo suelto', 'cervecerías
artesanales', etc. termina, 'generalmente', siempre siendo solución para pocos y, grandes
frustraciones, acompañadas de pérdidas significativas, para otros tantos.
Aquí, con un breve compilado, tomando los “Todo suelto” a modo de referencia, te ilustraré mejor.
LA FINITA FORTALEZA PRECURSORA.
“Juan EXAMPLE”, en un momento dado detectó,
como oportunidad, que había clientes para comprar genéricos, evitando
dosificaciones más grandes o, los costos de estructura y logística acumulados trás las etiquetas de las marcas comerciales.
Verificó que nadie estuviera ya explotando
esa oportunidad e infirió que no hay competencia.
Acto seguido, comenzó un pequeño negocio e
hizo girar su rueda operativa, logrando un desempeño relativamente bueno, aunque
esto, generalmente se circunscriba a que salvó los costos y le dio para
mantener la rueda operativa funcionando.
Para los observadores atentos, el giro
comercial de “Juan EXAMPLE”, les impresionó tan simple y atractivo que se
animaron a invertir en un negocio propio y competir por esos clientes, con más
el agregado de los que, al parecer, nuestro precursor aún no hubiere capitalizado.
Este tan sencillo, como natural e inevitable
acto, le creó a “Juan EXAMPLE”, la competitividad en su sector.
Tal es así que, por sencillo y natural, no
siempre es advertido, especialmente si ese primer tramo del ciclo de un nuevo
producto, rindió buen dinero con relativo poco esfuerzo.
Ahora, con más “colegas” compartiendo
clientes, “Juan EXAMPLE” debe hacer más esfuerzos para mantenerse competitivo y
diferenciarse continuamente, puesto que su original pujanza ahora fortalece a
los clientes, al tener estos un mayor número de alternativas de oferentes entre
los cuales optar.
Todo puede ponerse más estimulante o
decepcionante aún, dependiendo de cómo, “Juan EXAMPLE”, se haya preparado.
Ese mayor número de oferentes empodera
a los proveedores, que al percibir el crecimiento de la demanda de sus materias
primas e insumos pueden controlar el canal de abastecimiento e influenciar a
otros a ingresar al sector con el afán de aumentar su número de clientes.
Aún cuando lícita y válida su actitud, deteriorarán aún más la fuerza inicial del protagonista de esta historia, especialmente si éste
retrasa una consistente reacción.
“Juan EXAMPLE” tendrá entonces que accionar
con sus recursos controlables para mantener a flote su negocio, pero tendrá que
hacer un esfuerzo extra sobre el sector si quiere mantener una cuota de mercado
aceptable; necesario generalmente, si aún no recuperó la inversión inicial y
generó una satisfactoria renta como para darse por satisfecho en este juego.
Saldrá entonces a reunir fuerzas entre sus
pares, para alzar barreras en el ingreso al sector, con el fin de desalentar a
potenciales nuevos competidores que pudieran verse atraídos o estimulados.
Si no ejerce esta opción, pronto el mercado
se habrá canibalizado al punto que sus integrantes carecerán de recursos, hasta incluso, para abandonarlo; particularmente para quienes en sus planes de
negocio no previeron contemplar las barreras de salida, y consecuentes
alternativas de inversión.
Y no has visto todo. El mercado, aún bastardeado
por el implacable tironeo de las fuerzas antes explicadas, ofrecerá un desafío más o, rematará a “Juan
EXAMPLE” con un magistral golpe de gracia, si su capacidad de reacción no es
ágil y anticipa el hecho inevitable.
Es que los que no se resignen a perder, los
dispuestos a innovar, o quienes desde afuera del sector se vieron restringidos
para ingresar, procurarán mejores formas de satisfacer la misma necesidad y
demanda.
Y, tenelo por seguro, conseguirán el sustitutivo,
tal como para el negocio de “Juan EXAMPLE” lo encontraron las marcas cuando
comenzaron a achicar sus envases y, a proponer presentaciones más económicas
acordes a las nuevas exigencias de un mercado más a austero y, con mayor tasa de
recambio de productos en sus alacenas, por citar solo uno de esos sustitutivos.
MORALEJA.
La dinámica ejemplificada, no hace más que
describir, en modo aplicado, las cinco fuerzas que Michael PORTER caracterizara; no con el mero
afán de inmortalizarse, más con el propósito de instruirte para que no te
confíes y actúes.
En el mercado no estás sólo.
Jamás lo estarás.
Y tu fuerza siempre será, tan relativa como finita.
¡No lo olvidés!
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Click sobre la imagen, y en 5 minutos entregarás tu muestra diagnóstica, con la que te diré en qué etapa se encuentra y, un par de sugerencias para fortalecerla.
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