viernes, 16 de febrero de 2018

¿También pusiste a prueba la eficacia de tu pasión emprendedora?

La falta de pasión, no es sinónimo de fracaso emprendedor. Pero tenerla, por sí sólo no garantiza el éxito.

PARA EMPEZAR


Retomando la actividad después del necesario receso estival, aparecen como obligados los augurios, los buenos deseos y/o, hasta infundadas apreciaciones de un futuro que nadie puede garantizar…; pero, ¡no suman!


Lo aprendido en 2017, quizás por tratarse de un hecho consumado, estimule más el reinicio y, al mismo tiempo, oriente mejor el norte de quienes aún no se atrevieron o, incluso de uno mismo para con lo nuevo que en cada año se ha de emprender o, aquello en lo que necesaria e ineludiblemente hemos de innovar.

Entonces, consecuente con lo dicho, transcribo el aprendizaje que suelo transferir a la consulta que, con más o menos detalles, se repite en clientes que, refiriendo a su percepción del negocio emprendido, dicen:

"¿Quiero saber si ese enfoque está bien, o debo ponerle más 'CALOR'?"

Respuesta Ejecutiva


Ponele el calor (pasión) que te de la gana; siempre y cuando le pongás toda la acción que necesita.

Respuesta Fundamentada


La falta de pasión y/o enamoramiento, no es sinónimo de fracaso. Pero tenerla/o, por sí sólo no garantiza el éxito.

Se le parece mucho a satisfacciones instantáneas que nunca llegan a ser felicidad duradera, pero alegran. Del mismo modo que impresiona a ese recurso extra (reacción exotérmica) que hace que próximos a un fuego no falte calor, pero tampoco conforma un abrigo sostenible.

Cuantiosas son las ideas de negocios que, cuando llevadas a hechos no resultan más que una emulación de “amores de verano”. Euforias saciadas con actos tan ocasionales como altruistas, que emocionan circunstancialmente pero, se pierden rápidamente en la historia inmediata, sin dejar registros en la memoria colectiva.

Por su parte, los JUMBO/EASY, FACEBOOK, APPLE, MICROSOFT, MERCADOLIBRE, y cientos de referencias más, incluso las locales DIARIO SAN RAFAEL, Metalúrgica TASSAROLI S.A., PLASTIANDINO S.A. Autotransporte ISELIN, etc., iniciadas en una cochera por jóvenes apasionados, enamorados de una percepción (generalmente descabellada para la época y circunstancia), también lo fueron; pero con la diferencia de que éstos si recalaron en la memoria colectiva y trascendieron, con suficientes hechos, a la generación que las originó.

La diferencia, al menos en parte radicó, consciente o no, en que a sus promotores no les alcanzó con enamorarse. Tampoco se dejaron encandilar por aduladores circunstanciales y, mucho menos, se sintieron satisfechos con la excitante adrenalina de la pasión.

Es fácil con el diario del día después, señalar ligeramente: “Si, pero ellos son grandes empresas y mi caso (micro-emprendedor) es muy distinto”, abstrayéndose del sacrificio ejemplificador que hizo de quienes algún día también fueron pequeños, los gigantes de hoy.

Tal omisión del medio, destaca entonces los extremos: “el loable significado de venir de una cochera” y, “el brillo incandescente de la mega imagen actual, solvente y autosuficiente”, privando la admiración y aprendizaje de la curiosa y rica cadena de fracasos y desánimos superados, acumulados cuando gestaban el éxito del presente[1].

Al decir de Winston CHURCHILL:

“El éxito consiste en pasar de fracaso en fracaso sin perder el entusiasmo (calor, enamoramiento o, pasión)”;


sin embargo, si bien todos ellos fueron consecuentes y dedicados, hasta el punto de interpretárselos como fervientes apasionados, todos abandonaron el punto inicial de confort y emprendieron acciones decididas para consolidarse en la conocida posición empresarial actual.

La Evidencia Matemática


Para todo hay una ecuación que ayuda a simplificar la comprensión. El caso no es la excepción y permitiéndome abordarlo desde la esencia más extrema digo:

Eo= 90%Ir + 10%Ao
    Siendo:
          Eo:      Emprendimiento.
          Ir:         Improvisación o riesgo.
          Ao:      Administrada organización.

Pasado el tiempo y los hechos, la ecuación evoluciona hasta:
Ea= 20%Ir + 80%Ao
    Siendo:
          Ea:      Empresa.
          Ir:         Improvisación o riesgo.
          Ao:      Administrada organización.


La mutación de la función sobre la línea de tiempo, es lo que el diario del día después no muestra, el ojo poco entrenado tiende a simplificar o, la cultura de la inmediatez instala en el plano de lo obvio aniquilando el recurso del análisis y, consecuentemente el correspondiente aprendizaje.

Todos quienes impresionan exitosos, dentro del marco de lo ético, a la pasión o enamoramiento lo formalizaron en orgánica sistematización y, ya nada fue para ellos efervescente imprevisión, sino, al menos en parte, consciente y sistémica “Innovación”.

Para cuando menguaron “calor” de ese apasionamiento inicial, ya habían incorporado un procedimiento que lo reemplazara y, suficiente inercia para involucrar sostenidamente en la causa tanto a sus públicos internos como externos.

REFLEXIÓN CONCLUYENTE



Cuánto “calor” ponerle a tu negocio, será algo que casi de manera intuitiva sabrás proporcionar.

Lo que no se manifiesta intuitivamente, es la consciencia de aplicar competencias suficientes en el momento oportuno para no entorpecer uno mismo la evolución emprendedora en su curso hacia un destino que exhiba algún éxito o, cuando mejor, una sucesión sostenida de estos (empresa).

Esta consciencia aplicada, resulta de entrenarte y facultarte para administrar dos variables claves (entre tantas): El tiempo y las decisiones. El primero, no es de tu dominio. Tenés una vida e, injusto o no, desconocés su duración.

Pero, tus decisiones frente a alternativos cursos de acción, incluso sobre cómo sacarle mejor provecho al tiempo, están sí bajo tu exclusivo control y, valiéndote de ellas, podés o no permitirte el coraje de aplicar tu esfuerzo a la idea concebida; único modo éste de dotar de energía realizadora a la pasión con que hayás abrazado cualquier idea.

Para no olvidarlo, y mientras construyo mis propias realizaciones, lo he dejado plasmado en mis escritos así, aspirando a que también pueda inspirarte y servirte:




[1] Sobrados son los casos, igualmente, que ilustran tales desempeños e incluso alianzas.


Es un producto Asesor empresarial de Gallart & Co.



“El DESARROLLO es inherente a las energías humanas más que a la riqueza económica”
Sólo si ADMINISTRAS ambos ¡Lo lograrás!



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