La administración de organizaciones civiles difiere poco de la empresaria y con poco esfuerzo se logran desempeños y resultados significativos. Ejemplos.
Para ejecutivos express.
Considerando lo ejecutivo que sos y lo ocupado que estás, vamos a lo concreto:
- Asumir que se puede estar equivocado;
- Cambiar el rumbo hacia horizontes más convenientes;
- Diseñar un nuevo modelo capaz de trasladarte hacia el nuevo horizonte pretendido;
- Dotarlo de convenientes estrategias;
- Administrar el tránsito hasta llegar al nuevo destino pretendido; disfrutándolo, por cierto.
Con estas pocas prácticas, apropiadas y aplicadas por tu administración aún en forma parcial, y con muy poco de reflexión habrá de lograr sustanciales mejoras en la
organización civil que los ocupa. ¡Sin dudas!
¡Hasta la próxima!
FUNDAMENTACIÓN - sólo para entendidos o atrevidos.
Según la Dirección de Estadísticas e Información Económica (DEIE) del
Gobierno de Mendoza, Argentina, la infografía muestra la participación relativa
de San Rafael en el Producto Bruto Geográfico (PBG) provincial en 2003, con
aproximadamente 180 mil habitantes y una superficie cercana a los 31 mil km².
Es posible observar, incluso con el
sesgo que la infografía pueda importar consigo, que sólo 35% de aquel PBG,
incluyendo EGA y construcción, conforman la actividad empresarial primaria e
industrializadora.
A pesar de ello, el discurso oficial
y sectorial insistía en que el departamento era agro-dependiente e industrial. Bien cierto
50 años antes pero poco consistente en 2003 y de dudosa probabilidad a
la fecha*.
Lo relevante que interesa al
tratamiento, es que la producción primaria y la industrialización han perdido aún
más presencia relativa frente a la diversidad de servicios, ya sean estos prestados
por instituciones empresarias, estatales o sociales.
La tendencia que se corresponde
con el comportamiento global, aún cuando la empresarialidad conserva su estatus,
deja notable evidencia sobre que las organizaciones civiles, antaño meros complementos
del Estado, han extendido su base en prestaciones y dimensiones justificando
así el aumento de la participación relativa.
Si bien la infografía no lo discrimina, puede inferirse que dentro
del 65% de servicios hay dos grupos significativos que albergan una buena
cantidad de éstas:
- Establecimientos financieros (minúscula porción), servicios a las empresa (Cámaras, federaciones, confederaciones; asociaciones, profesionales, cooperativas, etc.) y;
- Servicios sociales y personales (asociaciones, fundaciones, clubes, uniones vecinales, etc.).
Dicen que para muestra basta un
botón; por lo que de no ser por aquellas excepciones locales altamente
especializadas, esta destacable tendencia ejemplificada con la infografía se
observa en un gran número de economías regionales.
Lo destacable de la tendencia.
El siglo pasado y hasta la década
del ´80 la institucionalidad en el conglomerado social se dividía en dos
marcados grupos, las empresas comerciales e industriales (de base extractiva o
transformadora).
Minoritarias por entonces, y con
muy poca fuerza social, cobraron vida y comenzaron a ganar importancia relativa
en las economías del mundo las instituciones a las que solíamos referir como
del tercer sector.
Instituciones al fin, las
Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) o también conocidas como Organizaciones
No Gubernamentales (ONG), comparten con las instituciones empresariales o del
Estado la obligación de ser administradas si aspiran a una mínima digna supervivencia.
Del dicho al hecho.
Exigido legalmente, la
administración de estas instituciones pasó, en un gran y mayoritario número de
casos, a ser un formulismo a cumplir en el momento de la constitución e
inscripción registral.
Luego, a los efectos prácticos, sólo alcanza magros
niveles de desempeño administrativo y muy escasos, e incluso excepcionales, de
administración.
Así, sin excepción, al igual que
las instituciones empresarias, las civiles que deben consagrar personas a la
función de administrar, independientemente del nombre que se le atribuya al cargo, apenas si destinan administrativos incluso, y a pesar de
su voluntad, frecuentemente sub-calificados.
No sorprende entonces cuando en
la cátedra, y más aún en la consultoría, veo caras incrédulas frente a la
descripción de prácticas como:
- La venta en las instituciones civiles;
- La comercialización;
- Fundraising;
- F2F;
- Digital;
- La obligatoriedad de la innovación.
- Entre otros.
De la carencia al efecto.
El efecto es particularmente
notable y se hace más evidente para los observadores externos que para los
propios actores del sector, especialmente al analizar desempeños de instituciones
civiles de otras culturas en nuestro territorio, específicamente en:
- Los efectos de sus administraciones en su lugar de origen respecto de sus efectos a nivel local;
- Los efectos de sus administraciones locales respecto de administraciones locales de organizaciones con propósitos semejantes;
Una gran mayoría no lo advierte,
pero un ejemplo extremista te lo pondrá en evidencia**:
- Un sinnúmero de organizaciones civiles locales o foráneas con base local, en cualquier cuidad de Argentina, apenas si logran recaudar unos pocos pesos para solventar estructuras inconsistentes y magros programas con modestos resultados respecto del altruista propósito por el que fueron constituidas.
- En el mismo período y rematando con una única acción focalizada en un solo día, UNICEF Argentina, con “Un sol para los chicos”, recauda la cifra record (2016) de $ 52.827.793), para financiar su próxima campaña anual de programas dedicados a la infancia y la adolescencia. Nótese: en el mismo país, lo que importa igual contexto (click sobre la cifra para ver prensa).
Ya dirás que las comparaciones
son odiosas, que los extremos, que el apalancamiento de Naciones Unidas, que el
Estado, que, que…
Por el contrario, yo diré que te
serenes, reflexiones, te preguntes:
- ¿Por qué la diferencia?; incluso,
- ¿Por qué muchos de tus familiares y vecinos no saben del esfuerzo que hace el club barrial en que participas, o la cooperadora, asociación, etc.? pero, sin embargo, aportaron con una llamada telefónica o un débito automático de su tarjeta a campañas como las del ejemplo?***...
…y, finalmente, sugeriré que actúes
sólo tomando como referencia los extremos y considerando la posibilidad de un
apropiado justo medio que contemple:
- las malas prácticas de unos y,
- las muy buenas de otros,
para deducir las propias competencias que aseguren el
conveniente desempeño de la institución civil en la que participas.
Las propias convenientes competencias.
Las propias convenientes competencias no son otras que las "5 prácticas para mejorar los resultados de la ONG u OSC" que te listé al principio y fundamenté luego.
Estas prácticas de administración son sólo posibles:
- Si asumes que permanecer en una mala situación período tras período, puede ser un síntoma de no estar haciendo lo correcto. Especialmente si a otros, en el mismo contexto, les va mejor;
- Si a esa comprensión le otorgas crédito suficiente para timonear, a pesar de las tempestades potenciales, hacia horizontes donde el rendimiento y los resultados sean parte del destino de los esfuerzos institucionales.
- Si, a partir de allí, diseñas un nuevo modelo de organización;
- Si a este nuevo modelo lo dotas de correspondientes estrategias;
- Si a este conjunto logrado lo administras aportándole, cuando menos:
- una estructura específica (que generalmente nada tiene que ver con la voluntades inmediatas);
- objetivos diseñados al efecto, posibles de alcanzar y evaluar con instrumentos altamente probados en las organizaciones que ya demuestran resultados y devenidos todos de lo que las empresas probaron, apropiaron y divulgaron desde las post- 2ª guerra.
Curiosidades emergentes de este escrito.
Me divierte ordenar y conjugar conceptos
y experiencias, quizás y por lo que tal práctica aporta al humilde aprendiz que
la ejerce.
En esta ocasión no pude evitar
divertirme y/o impresionarme con estos que comparto seguidamente:
Al mencionar la post-2ª Guerra, no pude evitar que invadiera mi memoria la conocida expresión de un ícono de aquella, Winston CHURCHILL:
“El problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes”.
¿Qué
instituciones empresarias, civiles o de estado nos daríamos con una humilde
atención a este precepto?
¿Qué cambio
cultural del tipo “destrucción creativa”**** nos debemos para permitirnos tal necesaria
disrupción?
Al mencionar la cátedra, no pude evitar pensar:
¡Cuánto hace que no me sorprendo en una cátedra con seres con brillo propio, inquietudes e iniciativas destacables por sobre la media!
Hablo de un ideal que te pueda sorprender por conocer
ejemplos de máxima y de mínima como los expuestos precedentemente y atreverse a
debatir un justo medio.
Pero me
conformaría con un posible que te
pueda sorprender por no temerle a un libro, o por conocer las particularidades,
historias y necesidades del barrio o el departamento geográfico en el que habita.
Al mencionar la cifra recaudada por UNICEF Argentina, no pude evitar impresionarme con:
Que el 10 % de
52 millones es 5,2 millones;
Que el 1 % de la
misma cifra es 0.52 millones;
Lo cual, en
cualquiera de los dos casos, para programas de organizaciones civiles inherentes a causas locales, en
manos de útiles y competentes atrevidos puede ser una más que interesante “métrica”
dentro de la estructura de un objetivo para un primer ejercicio anual, aunque éste
fuera de prueba y error en un primer intento de aprendizaje o validación de
prácticas.
¡Éxitos!
* Sólo
posible de convalidar con información actualizada y relevante que, a pesar de
los esfuerzos, y quizás por impericia de quien suscribe, llevo años sin conseguir. Celebraría si existe, disponible con acceso público.
** Nótese excluídas las excepciones
de buen desempeño, pues no necesitan de este estímulo a la acción.
*** No hago apología del "no donar" a causas como la citada. Hago apología al aprender de los éxitos e insto a emular en alguna proporción que como circunstancial lector sabrás establecer.
**** Concepto de Werner SOMBART que popularizara el economista austriaco Joseph
SCHUMPETER.
“El DESARROLLO es
inherente a las energías humanas más que a la riqueza económica”
Sólo si ADMINISTRAS
ambos ¡Lo lograrás!
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